jueves, 26 de marzo de 2009

INVERSIÓN PÚBLICA Y PRIVADA EN INNOVACIÓN

Con Schumpeter nace el concepto de innovación. Según él, el desarrollo económico está constituido por la combinación diferente y nueva de materiales y fuerzas, y eso expresaría el objeto de la innovación.
Afinando su definición, el autor concreta que Innovar puede ser: introducir un nuevo producto, una nueva forma de producir, un nuevo mercado, la conquista de un nuevo proveedor o una nueva organización o forma de organizarse.
Ante todo, hay que diferenciar entre inventar e innovar y entre el empresario (el innovador) y el capitalista (el no innovador). Y apostar porque la innovación siempre implique una mejora en el contexto empresarial.
Por otro lado, en los tiempos que corren se ha puesto de manifiesto la relación existente entre innovación y desarrollo económico, sobre todo a través de la incidencia que ésta tiene a la hora de generar competitividad tanto de empresas como de regiones.
Aunque para llevar a cabo dicha vinculación, es imprescindible que sea asumida tanto por las instituciones públicas, para generar entornos favorables, como por las empresas, para que como agentes fundamentales económicos que son promuevan y apliquen la acción innovadora y así también contribuyan al desarrollo regional.

LA BOFETADA EN LA CARA

Ya está claro que la innovación surge de una necesidad, digamos de alguien, de un Cliente. Para llevarla a cabo se dan tres elementos claves: Calidad, Comunicación y Conocimiento. Son tres factores positivos a desarrollar. Aunque también nos tendremos que enfrentar a "problemas" o mejor dicho inhibidores que dificulten dicho desarrollo, entre los que destaca la Jerarquía, como inhibidor fundamental a la innovación.
Otro de esos problemillas es cuando se anteponen los resultados y se deja de lado la calidad. Con eso de que las empresas tiendan a maximizar beneficios y lo único que miren a final de año sea eso... consiguen frenar la innovación, pero, más aún, cualquier esperanza de cambio. Cualquier persona con un mínimo de expectativa, de inquietud por hacer algo ha recibido la gran bofetada del siglo al proponérselo a sus superiores.... ¿por qué? Porque ¿quién dijo que pudiéramos ser la oveja azul del rebaño? La empresa se convierte en la línea de la producción en serie, no permite que una se quede pensando para que atasque al resto; no permite que te salgas de la fila por si rompes el esquema, aunque éste sea una auténtica mierda...

"La no innovación es la corporación".
"La intercomunicación, que no la información, es el punto débil de la organización".

LA OPORTUNIDAD DE LA CRISIS

A lo largo de la historia, las transformaciones del sistema económico dieron lugar a la necesidad de innovar. Por ejemplo, con el colapso del fordismo se tendió a la flexibilización, es decir, hubo un cambio en el paradigma productivo, con el que se pasó de la gran producción a la especialización.
Hasta que hemos llegado al mundo dualizado, en el que dominan y controlan las grandes empresas, pero las que producen realmente son las Pymes.

Con esta breve introducción lo que quiero plantear es que las crisis suponen una necesidad de innovar, de cambiar algo, para salir del agujero, para que no vuelva a pasar... Y basándome en Piore y Sabel, la tendencia es hacia dos modelos muy diferenciados: 'el Keynesianismo multinacional' y la 'especialización flexible'.
El primer modelo, plantea una extensión de los de los principios de la organización institucional que dieron lugar a la gran empresa y a la macroregulación. Sin embargo, para que esto se lleve a cabo sería necesario reavivar un sistema de regulación macroeconómica y reorientar las instituciones económicas internacionales ya existentes, como el FMI, es decir, hacerlo competente y con funcionalidad real. El keynesianismo no es algo filántropo, sino una política económica para que el sistema de mercado cerrado funcione.
La alternativa a este keynesianismo multinacional sería la especialización flexible y su expansión y difusión dependerá de la creación de instituciones que resuelvan los problemas microeconómicos y macroeconómicos del crecimiento a lo largo de una nueva trayectoria tecnológica.
La elección de uno u otro dependerá de las características grupales y de la distribución justa para cada tipo de sociedad. Aunque, claro está, la situación ideal sería una integración de las dos posturas.

Intentaré seguir indagando en estas cuestiones. De momento, lo único que me queda claro es que "los que menos innovan se quedan rezagados".

lunes, 9 de marzo de 2009

PREMISAS PARA INNOVAR...

Hay varias premisas que giran en torno a la idea de innovar... Todas son fundamentales y unas complementan a otras. A modo de resumen o esquema, desgloso las que considero más importantes:

  • La innovación surge de la injusticia, de la indignación, de la necesidad. La innovación nace de las personas.
  • Sin tradición no hay innovación, porque no se puede romper con lo que ya sabemos, que nos ayudará a descifrar lo que podemos hacer. Sea como sea, para todo el conocimiento es decisivo y hablando de innovación más aún.
  • A la hora de innovar el tiempo es una de las variables a tener en cuenta y su forma de estructurarlo también. En este sentido, el 85% del tiempo irá destinado a crear una idea y el 15% a ejecutarla.
  • "No todo cambio es innovación, pero sí toda innovación genera un cambio", gran aportación de mis compañeros. Aunque, matizando esta reflexión, innovar se parece más a una mejora continua que a un gran cambio... Es mejor adelantarse dos pasos, porque si te adelantas cinco de golpe dejan de seguirte, no te entienden.
  • El punto básico de la innovación es el sentido de lo real, si perdemos esa referencia nos perderemos nosotros también y a nuestro ingenio.
  • Hay que llegar a la raíz de las cosas para comprender su necesidad real, y esa necesidad vendrá principalmente expresada por los Clientes (primera C). Del cliente se capta el conocimiento, de sus necesidades. Esto nos llevará al proyecto, fundamentado sobre unas reglas coherentes-valores y un sentido-horizonte. Y se concebirá así la primera ecuación fundamental de la innovación: Proyecto - Conocimiento - Cliente. Apoyada por la coherencia y el respeto.
  • La Calidad (segunda C), otro elemento imprescindible. La calidad es la respuesta adecuada al cliente. La calidad nunca fracasa, el problema viene cuando se antepone el beneficio a la calidad.
  • Todo sería inverosímil sin cambiar el estilo de dirección, el poder. La única forma de hacerlo, es transformando el poder desde las bases y es aquí donde entra en juego la Comunicación (tercera C). Hay que crear espacios comunicados, pero para que éstos funcionen antes hay que conocer razonablemente (por cómo trabajan y trabajando con ellas) a las personas.
  • Después vendrá el modelo a seguir, más o menos así: diagnóstico, comunicación, análisis y sistematización, evaluación... Teniendo en cuenta las limitaciones y apoyándose siempre en la interacción de las personas. Asimismo, el ambiente en que esto se desarrolle determinará sus resultados. Un ambiente que genere la libertad de pensamiento es imprescindible.
Despido esta entrada con otra premisa, idea o pauta a seguir determinante, y es la experiencia. Se aprende de la experiencia, de la práctica, del error. Como dice Roberto Carballo, "en nuestra sociedad nadie puede cometer un error y, sin embargo, prácticamente todo lo que hemos aprendido es porque nos hemos equivocado".